En 2019 el gobierno del expresidente López Obrador acorralo y atrapó a Óvido Guzmán, nada más y nada menos que al hijo del “Chapo”. Los militares que lograron tal hazaña, solo la pudieron disfrutar por unas cuantas horas, a que de repente recibieron una orden que manera inmediata liberaran a Ovidio. Esa orden provino del mismito jefe supremo de las fuerzas armadas, más tarde asumiría su responsabilidad en una de sus conferencias matutinas. Este escandaloso episodio fue conocido como el “culiacanazo”.
Resulta que un personaje norteamericano, fue testigo del desarrollo de esta operación fallida. Ese era nada menos que el propio director de la DEA en México, Terry Cole, quien Donald Trump lo ha nombrado Director General de la DEA. Ahora se entiende porque el gobierno norteamericano ha insistido que las autoridades mexicanas están coludidas con los capos de la droga.
Tenga por seguro que Terry Cole quien fue relegado por el expresidente tabasqueño, al grado que le prohibieron sus actividades en suelo azteca, conoce muy bien de que pie cojea el gobierno de Sheinbaum y de cómo se mueven los capos de la droga. Lo que es un hecho, es que más de dos ya están comenzado a sudar con el nombramiento de Terry Cole.