La vocera del gobierno de Donald Trump, Karoline Leavitt, declaró que la cooperación de México con Estados Unidos es histórica. Es decir, México está accediendo a todos los caprichos de Trump, quizá a más. En esto coincide con el próximo secretario de Comercio, Howard Lutnick, quien ha declarado ante el Senado de los Estados Unidos los aranceles del 25 por ciento a los productos de México y Canadá no se aplicarán si los gobiernos de estos países cooperan, como lo han estado haciendo, para detener el tráfico de fentanilo a su país.
Sobre este tema, ante la comisión que lo deberá ratificar, Howard Lutnick declaró: «No es un arancel per se. Es una acción de política doméstica; cierren sus fronteras y detengan el fentanilo que entra en nuestro país y mata a la gente. Es un arancel para conseguir acciones en México y en Canadá. Y hasta donde yo sé están actuando rápido y si siguen así no habrá aranceles».
Al parecer, mientras México siga “flojito y cooperando”, el tema de los aranceles se seguirá retrasando. Pero la amenaza de subir esos aranceles estará como la “Espada de Damocles”, siempre encima de la cabeza de la presidenta Sheinbaum. Si la presidenta se “porta mal” y no hace lo que Trump ordene, en cualquier momento se podría aplicar el alza de aranceles.
