No se quieran hacer los tontos con el tema de las empresas fantasma, no se hagan el “yo no fui”. Tanto Cuitláhuac García como Zenyazen Escobar lidiaron con el tema de las empresas fantasma que tenían como representante comercial a una empleada de la Secretaría de Educación, Araly Rodríguez. Las empresas de esta mujer obtuvieron por adjudicación directa, 39 contratos por más de 100 millones de pesos en tres dependencias del gobierno de Veracruz. La dirección de la empresa estaba en una colonia de Campo de Tiro, en una tienda donde decían que ni conocían a la empresa ni a la señora Araly Rodríguez Vez.
Cuando el gobernador Cuitláhuac García se enteró, la acusó de ser prestanombres. En una entrevista el gobernador declaró: «Se le llamó y confesó que solo es representante, pero no es dueña de la empresa. Pensamos que es prestanombres porque algunas empresas no quieren mostrarse por temas de la administración anterior, piensan que la vamos a vetar y usan a otra persona como representante».
¿Se procedió en contra de ella? Por cierto que no. El secretario de Educación dice haber hablado con Araly. «Su esposo falleció, de ahí el tema del interinato, que además está próximo a vencer. Ella manifestó que era prestanombres y su situación económica es muy mala», dijo muy quitado de la pena el entonces secretario de Educación. Sin embargo, nadie hizo nada al respecto sobre esas empresas fantasma.