Es un hecho que Rubén Rocha Moya, gobernador del estado de Sinaloa, se ha convertido en un fuerte dolor de cabeza para el gobierno de la 4T. Y es que resultó contraproducente que la plana mayor morenista haya apapachado a este cuestionable gobernador acusado de tener nexos con los amos del narcotráfico en el país.
Las genuinas y sentidas marchas, encabezadas por quien fuera profesor de los menores en desgracia, ha pegado muy profundo en los sinaloenses, al grado que el día de ayer jueves, se pudo ver que ciudadanos sin ninguna sigla política salieron a protestar, al grado que se metieron hasta la cocina. Estas imágenes fueron difundidas ampliamente en las diferentes redes sociales.
Se sabe que la salida del polémico gobernante de Sinaloa ya es una posibilidad para el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien ocupa la mayoría de su tiempo para lidiar con la embestida de Donald Trump. Por cierto, en su conferencia de este viernes 24 de enero en Palacio Nacional, Sheinbaum Pardo indicó que instruyó a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, a atender el caso, y aseguró que se reforzó la seguridad en Culiacán. Sin embargo, los que saben de política, se atreven a decir que cada día está más cerca la salida del examigo del Mayo Zambada.