Movimiento Ciudadano se vende como la muchacha más bonita del bar, como la que mejor se mueve, como la más liberal, la dispuesta a todo. Dispuesta a todo tal vez, pero la más bonita, la que mejor se mueve, lo dudo. Movimiento Ciudadano es el partido de Dante Delgado, quien no permitió una alianza nacional para echar a Morena de la presidencia y así poder enjuiciar a López Obrador, quien a decir de los republicanos en Estados Unidos, entregó buena parte del país al narco. Movimiento Ciudadano es el partido de Samuel García, el gobernador que se ha enriquecido ostentosamente, otorgando contratos a las empresas de su familia y amigos.
Movimiento Ciudadano es el partido del “amo de Jalisco”, Enrique Alfaro, quien cogobernó con el Mencho buena parte del occidente de México. Movimiento Ciudadano es el partido de la alcaldesa que le dio las gracias al Cártel Jalisco Nueva Generación por los regalos de navidad para los niños. Vaya, Movimiento Ciudadanos tiene como dirigente nacional al atarantado de Álvarez Maynez. ¡Eso lo dice todo! Pero en Veracruz se vende como la más pura, la más bonita, la virgen del ballet.
A ese partido se suman varios priístas, esos que mientras la “vaca” tenía leche estaban pegados a la ubre. Pero deslecharon a la vaca del PRI, dejaron secas las ubres y ahora, ávidos lactófilos, buscan otra vaca que deslechar y en Movimiento Ciudadano ya les enseñaron las tetas para que vayan y se peguen a ellas. Claro, ellos dirán que son congruentes, que todavía tienen mucho que dar a la ciudadanía. Y uno se pregunta: ¿Qué le han dado a la ciudadanía?