En su discurso la mandataria dijo: «Al hacer las investigaciones ahí sale la posible colusión de algún servidor o algún funcionario público, porque no se les puede llamar algún servidor público, de un funcionario o quién sabe porque tampoco funcionan. No sé cómo les podemos llamar cuando hay colusión con el crimen, delincuentes, presuntos delincuentes porque se tiene que demostrar su inocencia».
Las contradicciones de la presidenta le quitan validez a sus palabras, pues por un lado dice que habrá cero impunidad para este tipo de funcionarios que tienen un cargo político y que está coludido con el crimen organizado. Pero por otro lado no ha hecho nada en el caso del gobernador Rubén Rocha Moya. Cabe señalar que en el caso de Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, no hay que llevar a cabo una ardua investigación para determinar sus vínculos con el crimen organizado.