Ya legalizado su triunfo, ya como presidente electo de los Estados Unidos, Trump declaró: «Tenemos un déficit con México. Y les ayudamos mucho. Esencialmente, están dirigidos por los cárteles. No puedo dejar que eso ocurra. México está realmente en problemas, muchos problemas. Es un lugar muy peligroso». Y así, como para seguir fregando, el próximo presidente de los Estados Unidos ha salido con otra ocurrencia: «Vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América, que es hermoso y abarca mucho territorio. Qué nombre tan hermoso, y es apropiado».
Al rato va a pedir que toda la riqueza petrolera del Golfo de México sea propiedad de los Estados Unidos. ¿Quién lo va a detener? Por lo que se ve, Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, no.