Los cuerpos tenían muestras de tortura. La mayoría de las víctimas eran sudamericanos y fueron masacrados por que se negaron a ser parte de la organización delictiva. Después del hallazgo detuvieron a tres personas. Martín Mora alias “El Kilo”, Román Palomo, conocido como “El Coyote” y Juvenal Burciaga, alias “El Alacrán”. Los tres pertenecían al cártel de Los Zetas y declararon que la organización criminal era responsable de la masacre.
El 6 de enero de 2025 un juez de control dictó sentencia para los tres detenidos. Martín Mora fue sentenciado a 73 años en prisión. Román Palomo recibió una condena de 82 años y nueve meses. Juvenal Burciaga fue condenado a 76 años y nueve meses de prisión. En la actualidad Los Zetas están casi extintos, los integrantes que han sobrevivido están aliados a otros cárteles para conseguir blindarse.