¿De dónde nace el periodismo? El periodismo nace de la buena voluntad de las personas, porque el periodismo es un oficio de personas bien nacidas. Esto lo entendió y pregonó el periodista polaco Ryszard Kapuściński quien dijo: “Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas”. Seguramente los primeros periodistas fueron aquellos que, al transitar un camino, después de sortear varios peligros, puentes a punto de caer, crecidas de ríos, animales salvajes y asaltantes, por su buena voluntad acudieron a la aldea para advertir a sus vecinos de esos peligros.
Para ese entonces, los primeros “periodistas” se dieron cuenta de que la información era poder, un poder que se podía ejercer a favor de las personas o que se podía ejercer para beneficio propio. Con el tiempo el periodismo llegó a ser considerado “el cuarto poder”, se le ponía a la par del poder Legislativo, Judicial y Ejecutivo. En la actualidad el periodismo ya no se mueve sobre una ética sustentada en valores y principios, hoy el periodismo se mueve a partir de intereses; el periodismo actual en muchos casos busca compartir el poder económico de los corruptos, olvidándose del beneficio social que representa para los ciudadanos.
Eso lo saben muchos políticos y empresarios que han incursionado en el periodismo, ya sea adquiriendo un medio de comunicación, ya sea escribiendo para un medio de comunicación. Pero adquirir un medio de comunicación no te hace periodista; tampoco escribir ocurrencias para algún medio. El periodismo es un oficio de compromiso. Un periodista se compromete consigo mismo, con su verdad, con sus valores y su ética. El verdadero periodista tiene un compromiso mayor con la sociedad. Por esta razón decía Kapuściński: “Para ejercer el periodismo, ante todo, hay que ser buenos seres humanos”. Aunque en México ya cualquier pendejo se dice periodista.
