Se esperaba que con la llegada de los nuevos secretarios que conformarían el gabinete de la gobernadora, Rocío Nahle, estos llegarían a limpiar el cochinero que dejaron los funcionarios salientes, muchos de ellos solapados por el propio exgobernador Cuitláhuac García. Al menos en seguridad, parece que hay ganas de limpiar la corporación de los malos elementos. En salud, a su titular no le tembló la mano para echar abajo nombramientos muy cuestionables, se sabe que hubo intentos para colocar a la gente de Eduardo Sisniega.
Sin embargo, en la Secretaría de Educación Claudia Tello ya se dio cuenta que no es lo mismo tratar con tianguistas que tener que negociar con líderes sindicales y con gente enquistada que se cree dueña de la SEV. Es un hecho que Zenyazen Escobar fue rebasado por sus propios subalternos quienes quisieron servirse con la cuchara grande.
Uno de ellos fue Ángel Huerta Anzures quien fue exhibido como vendedor de plazas. Las pruebas fueron contundentes y se hicieron públicas, (audios y mensajes telefónicos) sin embargo, el propio Zenyazen Escobar tuvo que meter las manos al fuego por su supuesto primo, recomendando a los afectados a que presentaran su denuncia a la Fiscalía, como si no supiéramos que la fiscal espuria estaba coludida con ellos. Para sorpresa de todos, la despistada o mal informada secretaria de Educación le da un voto de confianza a este funcionario sinvergüenza, ratificándolo como titular de la importante Delegación de Orizaba. ¿Es que nadie del montón de nuevos asesores le advierten de este tipo nombramientos? Ni hablar, al parecer ya sabemos que Claudia Tello, dará mucho de qué hablar. Por cierto, estará informada la gobernadora Rocío Nahle de las pifias de su amiga Claudia Tello.