Parece que el cabildo de Córdoba, al haber aprobado que el capitán de corbeta, Enrique Morales Tolentino, fuera el director de Protección Ciudadana y Movilidad de ese municipio, se equivocó. Es bien sabido que, entre las funciones de esa dirección, se encuentra proteger a los ciudadanos, sobre todo en estas fechas decembrinas, de las desgracias que ocasiona el uso indiscriminado de fuegos artificiales.
Sin embargo, al parecer, tanto el encargado de comercio, como el director de Protección Ciudadana andan más ocupados en otros menesteres y no en impedir la venta de cohetes en plena vía pública.
Esta situación hace que la población se cuestione si estos directivos recibieron moches para dejar que los vendedores ambulantes vendan cohetones que son verdaderas bombas. Del alcalde ya no vale la pena ni mencionarlo, ya que seguramente anda más ocupado en sus negocios que en girar órdenes para proteger a los cordobeses.