A nadie sorprende que en México un policía sea al mismo tiempo un narcotraficante. En México, policías y delincuentes han creado una relación simbiótica. Como parte de la “estrategia Trump” el gobierno federal está sacrificando algunas cabezas de buen tamaño para apaciguar la furia del próximo presidente de los Estados Unidos. En este caso capturaron en Pachuca, Hidalgo a Miguel Ángel Cuéllar Rangel, “El Tigre”. Este sujeto fue director general de la Policía de Investigación de la Fiscalía de Quintana Roo pero al mismo tiempo operaba como líder del Cártel de Sinaloa en ese estado.
Sobre “El Tigre” pesaba una orden de aprehensión vigente por el delito de homicidio calificado. Por supuesto, los asesinatos en varios destinos turísticos, así como las extorsiones a comerciantes y el empoderamiento de los sindicatos de taxistas en Cancún y Playa del Carmen, son obra de este sujeto.
Vale mencionar que en muchos estados los mandos policíacos están muy vinculados con los cárteles de la droga. De hecho, en muchos estados y municipios los cárteles son los que imponen al jefe de la policía, para que opere a su favor.