Por supuesto, esto hay que verlo como una buena señal. Una señal de autoridad que advierte que no se permitirán los excesos ni se tolerarán los abusos. En Veracruz algunos funcionarios o líderes de Morena ya empezaron a hacer de las suyas. Recientemente reportamos que Esteban Ramírez Zepeta quiere, como en los tiempos de Cuitláhuac García, hacer del gobierno un burdel.
En el Congreso de Veracruz se están descubriendo los malos manejos financieros que se llevaron a cabo durante los 6 años que estuvo Juan Javier Gómez Cazarín como presidente de la Junta de Coordinación Política. En varias dependencias se reporta que está llegando mucha gente sin experiencia y sin el perfil para ocupar el cargo. Si desde este momento no se da un manotazo contundente, hacerlo después podría ser demasiado tarde.