El día que López Obrador inauguró el Tren Maya dijo que esa obra detonaría el turismo en el sureste mexicano. En su discurso inaugural agregó: «Veo hacia delante, 20 años, veo como punta de lanza el desarrollo, veo el turismo para el sureste. Recuerden que hay países que viven de eso o que tienen ingresos importantes de esta actividad, por eso esta obra va a ayudar mucho». Pero no hizo falta esperar 20 años para darnos cuenta de que el Tren Maya nunca será lo que se planeó. El Tren Maya recibirá 40 mil millones de pesos adicionales en 2025, a pesar de que su costo inicial estimado de 120 mil a 150 mil millones de pesos ya se incrementó a más de medio billón de pesos. Y a pesar de eso, no es redituable.
A manera de ejemplo podemos decir que tan sólo en venta de boletos en el periodo de diciembre del 2023 a julio del 2024, el Tren Maya obtuvo 151 millones 425 mil 066.14 pesos por la venta de boletos, lo que por supuesto no cubre los costos de operación que se tuvieron en ese mismo periodo.
A pesar de todo eso Claudia Sheinbaum celebró: «Hoy se cumple un año del primer viaje y también la apertura del tramo sur de Escárcega a Chetumal. Quiero felicitar, en primer lugar, a las y los trabajadores de la construcción que hicieron posible esta hazaña historia, son mente, cuerpo y fuerza del México de la transformación. El Tren Maya le habla al mundo de las grandes culturas que existían en nuestro territorio antes de la llegada de los españoles, clama en su recorrido que es falso que los conquistadores llegaron a civilizar, aquí en el sureste había florecimientos humanos». Y de comodidad y ahorro ya ni hablemos. El Tren Maya, por ningún lado que se le mire, es lo que se esperaba.