La noche del 15 de diciembre, a escasos metros de su hogar en la Ciudad de México, Gómez Leyva sobrevivió a un intento de asesinato gracias al blindaje de su vehículo. Sin embargo, el atentado marcó un hito sombrío en la relación entre el periodismo y el crimen organizado en México. “No sé quién ni por qué lo hizo, pero sigo vivo”, reflexionó el periodista en aquel entonces.
La declaración de El Patrón, ahora en manos de la Fiscalía General de la República, no solo subraya los peligros para la prensa, sino también la capacidad de los cárteles para operar impunemente. Aunque Gómez Leyva reside actualmente en España por razones de seguridad, su búsqueda de justicia sigue activa.