Entonces Trump presumió que su táctica tuvo éxito, porque según él, el flujo migratorio se detuvo: “Y se detuvo, se detuvo. ¡Sucedió tan rápido!“, celebró Trump, quien consideró que no tendría que amenazar con aranceles “pero no tenemos otra opción”. Después de Trump la descobijara, a la presidenta Sheinbaum no le quedó de otra que negar la versión de su interlocutor: “No fue así, Trump tiene su manera de comunicar […] La Presidenta de México debe mantener la coordinación sin subordinación“.
Y como el miedo no anda en burro, dice el dicho, Sheinbaum prefirió quedarse con el golpe y poner la otra mejilla: “No voy a entrar tampoco a un debate. Él tiene su manera de comunicar, pero pueden tener la certeza, las y los mexicanos, que nunca vamos a agachar la cabeza ni a ser indignos en una conversación. Entonces, tampoco se trata de entrar ahora en una… Hay que evitar también caer en cualquier provocación, es importante”.