Su nueva iniciativa educativa, que incluye actividades de aprendizaje autodirigido y resolución de problemas, surge tras la demanda de padres que buscaban opciones distintas al proselitismo cristiano. “El pluralismo significa acceso equitativo. Si permitimos una religión, debemos permitirlas todas”, destacó June Everett, portavoz del templo. El programa ha generado posturas encontradas.
Para algunos, su llegada representa un triunfo de la libertad religiosa y una defensa de la neutralidad del estado frente a la religión. Sin embargo, sectores más conservadores lo ven como un intento de minar las tradiciones judeocristianas que predominan en el país. El Templo Satánico, famoso por gestos simbólicos como la instalación de una estatua de Baphomet frente al Capitolio de Arkansas, insiste en que no busca confrontación, sino igualdad de derechos.