A López Obrador le funcionó. La entrega de becas, pensiones y apoyos monetarios puso a millones de mexicanos en la palma de su mano. El mexicano, muy dado a recibir lo que le den, aceptó esas dádivas sin entender que debido a ese gasto los servicios de salud, educación y seguridad iban a verse afectados. No entienden los adultos mayores que mejor es recibir buenos servicios médicos, que recibir una pensión con la que, al final, pagan sus medicinas y consultas con doctores particulares.
Pero la ilusión, como diría Buñuel, viaja en tranvía. Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, aprendió bien la fórmula y ahora lanza un apoyo para adultos de 57 a 60 años, adultos que esperan a que les llegue la edad de su pensión de Bienestar. El apoyo será de 2 mil pesos bimestrales.
Clara Brugada lo anunció de esta manera en un mensaje de “X”: «En el Zócalo capitalino arrancamos la entrega de apoyos económicos del programa social Ingreso Ciudadano Universal, dirigido a las personas de 57 a 60 años. El objetivo es dar un ingreso mínimo que garantice un piso de bienestar a todas y todos los habitantes de la capital». Por supuesto, estos apoyos tienen una finalidad completamente electoral, a la señora Brugada la tiene sin cuidado el bienestar de estos casi adultos mayores.