Por ejemplo, en Cosamaloapan el maestro Pedro Farías quien estaba de maestro en Acayucan en un jardín de niños, por trabajarles la región en lo político electoral a Maritza Ramírez Aguilar con la agrupación Maestros con Morena, para apoyar a Zenyazen Escobar, lo premiaron con una supervisión estatal en Cosamaloapan, la tierra de este profesor. De manera que al USICAMM se lo pasaron por el arco del triunfo.
Si alguien cree que se exagera, ahí está otro caso, el de la maestra Yolanda Naranjos Sánchez, ella estaba en la dirección de educación primaria Federal con la maestra Ana Laura García Calvillo, resulta que después de ciega obediencia, a los dos años la premiaron y la mandaron como supervisora, sin prelación, solo por los tamaños de un personaje que solo usó a los maestros como trampolín. Ojalá y que, con la llegada de Claudia Tello, estos vicios sean erradicados de la SEV, práctica que durante muchos años, era el modus operandi de la corrupta Sección 32 del SNTE, pero que ahora, esa práctica se les pegó a los funcionarios de la SEV.