Imagine, va usted a una gasolinera a llenar su tanque y es posible que uno de cada tres litros que usted compra puede ser gasolina robada, puede ser huachicol. Tal vez al principio no le preocupe, pero el huachicol puede dañar partes importantes de su motor. Pues resulta que, en México, de acuerdo con reportes de El Universal, el 33 por ciento de la gasolina que consumimos, es huachicol. ¿Dónde quedó el tan anunciado combate al huachicol que López Obrador anunció a principios de su sexenio? López Obrador dijo que se había acabado con el 94 por ciento del huachicol en México. Sobre el combate al huachicol el periodista Carlos Loret de Mola señala: «Nunca fue cierto. Según datos de fuentes oficiales, en el 2018 hubo reportes de 14,910 tomas clandestinas. En 2019 fueron 13 mil y en 2020 llegaron a 11 mil.
»Pero en mañaneras, en Informes de Gobierno, en mítines, en spots, en discursos, en redes, en medios, López Obrador y los suyos repetían como mantra: ‘Acabamos con el 94% del huachicol’. A la sombra de esa eficaz propaganda oficial, el huachicol se volvió una jugosa fuente de financiamiento del partido político del presidente, de su gobierno y hasta de su familia. Para el 2021, en el marco de las elecciones federales intermedias y la renovación de 15 gubernaturas, Sergio Carmona “El Rey del Huachicol” se convirtió en el financiador favorito de Morena.
»Se reportó ampliamente que se volvió amigo de Mario Delgado, entonces dirigente nacional de Morena; que en aviones de la Guardia Nacional visitaba estados donde había elecciones para reunirse con candidatos —la mayoría se volvieron gobernadores— para ofrecerles dinero para sus campañas. Carmona no alcanzó a cosechar todo lo que sembró. Fue ejecutado en noviembre de 2021 y se llevó a la tumba demasiados secretos».