A las 03:30 de la madrugada en una de las localidades aledañas a Culiacán, Sinaloa, se escuchó una fuerte explosión. Los primeros reportes hablaban de un coche bomba que había estallado en medio de la guerra de cárteles. Como coche bomba suena a terrorismo, el gobierno de Rubén Rocha Moya busca tapar el sol con un dedo, diciendo que no hubo tal coche bomba. Los primeros reportes también hablaban de que en el vehículo que estalló encontraron armas y explosivos.
El secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, se sumó a la versión de las autoridades de Sinaloa, dijo que no era un coche bomba, pero señaló que posiblemente se trataba de un dron que hizo estallar el vehículo. Pero qué ganas de tapar el sol con un dedo.
¿Qué puede ser peor, un coche bomba estallando en Culiacán, en medio de una guerra que ya va para tres meses o que un dron ande por ahí haciendo estallar autos? Todavía el imbécil Gerardo Mérida Sánchez, secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, dice que fue un auto que estalló cuando el tanque de gasolina se incendió y estalló. Ya no saben cómo ocultar la realidad que viven en Sinaloa.