El operativo dejó al descubierto mucho más que un simple escondite. El inmueble, que desde el exterior parecía abandonado, albergaba una organización meticulosa; un altar dedicado a figuras como la Santa Muerte y Jesús Malverde daba cuenta de rituales usados para buscar protección espiritual, mientras que en su interior se guardaban armas, motocicletas robadas y rutas de escape secretas, diseñadas para frustrar a las autoridades.
La sorpresa mayor llegó con la detención de dos mujeres clave para la operación delictiva: Dana Paola “N”, de solo 19 años, conocida por su audacia al intentar esconder armas en un pañal, y Sendy Guadalupe “N”, una estratega logística con un historial criminal extenso. Ambas fueron trasladadas a las instalaciones de la Fiscalía para determinar su situación legal.

