En la política mexicana nada es fortuito ni circunstancial, la presencia del pugilista Canelo Alvares en una de las monótonas mañaneras de la novel presidenta, Claudia Sheinbaum, para acompañarla durante el anuncio de la clase más grande de boxeo a nivel mundial en México en 2025, fue bien planeada. No fue circunstancial. El ‘Canelo’ apareció en Palacio Nacional acompañado por Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, quien le entregó un cinturón de ‘campeona mundial’ firmado por Álvarez, quien dio un mensaje de motivación para que los jóvenes practiquen deporte para fomentar la salud.
Si usted pensaba que no había un trasfondo o algún interés por parte de un boxeador que ha ganado la mayoría de sus peleas por tener sobre el ring a boxeadores de pocos recursos boxísticos, se equivoca. Resulta que ahora nos venimos enterando que el gobierno de la 4T le perdonó al boxeador pecoso, la friolera cantidad de 5 millones de pesos que este adeudaba por concepto de impuestos.
Esta acción ofende a millones de mexicanos que son acusados o acosados por las autoridades fiscales y, que no le perdonan un solo peso en impuestos. Ni hablar, en México hay que ser famoso y popular para que te condonen los impuestos.