¿Qué está pasando? Primero la renuncia, todavía no formalizada, de la fiscal espuria, Verónica Hernández Giadáns y ahora la salida de José Luis Lima Franco, quien había sido ratificado en el cargo para el gobierno de Rocío Nahle. Lima Franco fue uno de los pocos funcionarios del sexenio de Cuitláhuac García que mantuvo un perfil bajo, que no se metió en las grillas palaciegas, que se puso a trabajar en serio para evitar que el gobierno de Cuitláhuac García fuera todavía más desastroso.
Quizá por ello la gobernadora electa lo consideró para que siguiera en la secretaría de Finanzas. Sin embargo, a dos días de que Rocío Nahle tomara protesta como gobernadora de Veracruz, Lima Franco le manda una carta en la que le dice: «Después de una larga reflexión, me permito solicitarle que considere permitirme declinar ante su ofrecimiento de continuar al frente de los trabajos de la SEFIPLAN. He tomado esta decisión porque considero que la continuidad de la transformación debe llevarse a cabo con nuevos servidores públicos, capaces de encaminar a nuestro estado hacia un rumbo de crecimiento y desarrollo desde el inicio de la siguiente administración a su cargo».
Dice Lima Franco que se va a buscar la alcaldía de Poza Rica, de donde es oriundo.