El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha empezado a ser un dolor de cabeza para el gobierno de México y de Canadá. Al gobierno de México Donald Trump está dispuesto a “doblarlo”, como lo hizo ya en los tiempos de López Obrador, siendo Marcelo Ebrard el canciller de México. En esos tiempos Donald Trump amenazó con aranceles del 25 por ciento si en México no hacían nada por parar las caravanas de migrantes con el Ejército. López Obrador tuvo que ceder.
Esta vez, Donald Trump regresa con el nuevo amago, si México no detiene el tráfico de drogas y el tráfico de migrantes el gobierno de Trump aplicará un 25 por ciento de arancel a todos los productos que entren a los Estados Unidos: «El 20 de enero, como una de mis muchas primeras Órdenes Ejecutivas, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un Arancel del 25% sobre TODOS los productos que entren a los Estados Unidos, y sus ridículas Fronteras Abiertas».
Por supuesto, está decisión unilateral, de llevarse a cabo, no sólo perjudicaría a México y Canadá, sino a los ciudadanos norteamericanos, muchos de los cuáles consumen productos que México y Canadá exportan a los Estados Unidos. Pero a Trump no le importa el pueblo norteamericano, a él sólo le importa salirse con las suya, demostrar que él es quien tiene la sartén por el mango.