Un mes y seis días han pasado después de que en los noticieros anunciaran el asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez. El párroco, además de ser fiel devoto de la religión católica era un gran activista a favor de los derechos humanos. Después del asesinato la fiscalía de Chiapas informó la detención de un sujeto al que hicieron responsable del crimen. Sin embargo, tanto pobladores como amigos del padre saben que detrás de su muerte hay más personas involucradas. A un mes del crimen los pobladores salieron a marchar a las calles de la comunidad de Chalchihuitan, comunidad asentada entre las montañas de la zona Altos, a dos horas de Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas.
La marcha fue con el objetivo de que se haga verdadera justicia. El padre José Elías Hernández, amigo y compañero del padre Marcelo dijo: «Que se busquen los caminos de paz en Chiapas, que no se busque la paz controlada por un crimen o por un régimen de algún grupo de narco, sino la paz verdadera, que en verdad los pueblos tengan libertad».
Cabe señalar que una de las principales líneas de investigación respecto al crimen del padre Marcelo es que el crimen organizado lo mantuvo bajo amenazas por la capacidad que tenía para defender a su pueblo. El padre Márcelo denunció y expuso en muchas ocasiones actos delictivos que se cometían en San Cristóbal de las Casas y otros municipios en Chiapas.