Los explosivos van dirigidos a la gente de los hermanos Alejandro y José Luis Cabrera Sarabia, que mantienen sus escondites y zonas de operación por toda esa parte del estado de Durango. Los hermanos Cabrera Sarabia siempre han sido fieles operadores del Cártel de Sinaloa. Trabajaron desde siempre con Ismael “El Mayo” Zambada y ahora apoyan a “El Mayito Flaco”, en la guerra que se ha desatado entre Los Chapitos y La Mayiza.
Los ataques van dirigidos a los narcotraficantes, pero los que resultan afectados son los habitantes. Las personas que sufren por los explosivos que caen cerca de sus casas son personas que no tienen nada que ver en la guerra que existe entre facciones del mismo cártel.