Guerra en las cloacas de la 4T. Rosario Piedra se lanza contra Sabina Berman, apologista de la Cuarta Transformación

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Guerra en las cloacas de la 4T. Rosario Piedra se lanza contra Sabina Berman, apologista de la Cuarta Transformación FOTO: WEB

¡Ay nanita! Dios nos libre de quedar en medio de estas dos mujeres, las dos emergidas de las cloacas de la Cuarta Transformación. Una como cómplice del gobierno ante la defensa de los Derechos Humanos, la otra como apologista de la 4T, la que contempla la realidad según el pago que le otorguen. Nos referimos a Rosario Piedra Ibarra y a Sabina Berman. Rosario Ibarra acaba de ser ratificada en la Comisión Nacional de Derechos Humanos y lo primero que hizo fue lanzarse al cuello de una de sus críticas, la señora Berman. En una carta que se hiciera pública la CNDH le reclama a la pseudoperiodista: «Dice la señora Berman, por ejemplo, que en la Comisión Nacional con Rosario Piedra se defiende al Poder y no a las víctimas. Por lo que, si bien ya no nos sorprende tanta bajeza, sí nos obliga a preguntarle frontalmente: ¿De qué habla? ¿Dónde están sus pruebas? ¿Las tiene? Y si es así, que las presente, no que busque presionar narrativas fantasiosas surgidas, como otras tantas, de sus filias y sus fobias, pero no de la realidad».

Sabina Berman, que no se sabe quedar callada de inmediato respondió: «Según cifras publicadas por la misma institución, la CNDH de la @RosarioPiedraIb recibió durante el sexenio 82 mil 626 reclamos de personas y sólo emitió 1 mil 270 recomendaciones. Es decir, atendió el 1.5% de los reclamos. Lo de menos son los nombres famosos y los adjetivos. Importa una Comisión que proteja los derechos de la gente de a pie ante la enorme fuerza del ejército, la Guardia Nacional y las policías. Si el dato es falso, que la señora Piedra lo corrija.

»Si es verídico, que lo expliqué. Y si no, ¿para qué ataca a una civil? ¿Para ejemplificar cómo usa la fuerza de una institución del Estado contra una periodista? Tendré que pedir amparo ante la CNDH contra usted y su CNDH, a ver qué hace». Ya señoras, no se peleen, las dos defienden la misma causa corrompida. Mejor pónganse de acuerdo y vayan a tomar una sopita de chayote, que a la Berman, al parecer, le encanta.

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