Laura Cabañas, madre de Julio César Cervantes, finalmente recuperó el cuerpo de su hijo después de tres años de angustiosa búsqueda en la Ciudad de México. Julio, desaparecido en 2021, terminó en el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) como “cuerpo no identificado” y fue donado sin autorización a la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde se usó para prácticas médicas.
La madre, quien había solicitado el cruce de ADN y pruebas dactilares en múltiples ocasiones, descubrió que la falta de coordinación y los errores en la identificación permitieron que el cuerpo de su hijo fuera entregado a una institución sin notificarle. Julio fue hallado en enero de 2024, pero hasta noviembre Laura no tuvo noticias. La historia ha generado indignación y cuestionamientos sobre el respeto a las familias de personas desaparecidas.
“Necesitamos protocolos claros para evitar este dolor a otras familias,” reclamó Laura, quien ahora pide que el caso impulse una revisión completa del sistema de identificación en casos de desaparecidos.