Con una desvergüenza y un cinismo como pocos, el inefable Cuitláhuac García mandó a tapizar las calles con espectaculares donde se puede leer la frase: ¡Misión cumplida! Una frase que ofende la inteligencia de millones de veracruzanos que anhelaban que este gobierno de pesadilla terminara.
El hijo del profe Atanasio debería de agradecer que el partido guinda ganó la gubernatura, de otra manera en estos momentos, él y su primo hermano Eleazar Guerrero, tendrían un pie dentro del penal de Pacho Viejo. Sin embargo, tanto García Jiménez cono su primo diputado federal serán cobijados con la impunidad morenista, ya que estos no eran tocados ni con el pétalo de una citación o notificación que salga de la fiscalía jarocha.
De lo que no se podrá librar el ingeniero Cuitláhuac García, será del rechazo y el oprobio que se ha ganado a pulso, tenga por seguro que tan pronto haga aparición en algún café o acto púbico, este recibirá hasta recordatorios maternales por parte del respetable “pueblo bueno”. Sencillamente será lo que este sembró durante seis largos años. Digamos adiós al peor gobernador que ha tenido Veracruz.