Si usted piensa que el voto del ministro Alberto Pérez Dayán que permite avalar la reforma judicial, fue basado en congruencia e ideales democráticos está usted viviendo en el error. Se sabe que los morenos son capaces de todo con tal de salirse con la suya. De entrada, hay que decir que el gobierno federal se ha valido de denuncias en contra de miembros del poder judicial y de los propios ministros que componen la suprema corte de justicia. El ministro Alberto Pérez Dayán estaba bien informado que el poder morenista venia por él para meterlo tras las rejas.
Según comentan en el máximo tribunal, la Fiscalía capitalina impulsaría dos expedientes contra el ministro Alberto Pérez Dayan: en un caso, por supuesto abuso contra una trabajadora de escasos recursos, rescatada incluso de un centro de atención a víctimas, para ser re-victimizada; y, en otro caso, igual de grave, la víctima sería una magistrada federal. Desde luego, estas denuncias automáticamente han sido sepultadas, después que el ministro votó a favor de los intereses morenistas.
Por cierto, para que Pérez Dayan se diera cuenta que la Fiscalía iba en serio sobre él, antes detuvo al jefe de asesores de Norma Piña, también por supuestos delitos de carácter sexual. Esa detención fue apenas el mes pasado. Márquez se desempeñaba en asuntos de inteligencia para el ahora sentenciado en Estados Unidos, Genaro García Luna, cuando ambos estaban en la Secretaría de Seguridad Federal. Por cierto, su detención se hizo en un restaurante. Ante esto, Pérez Dayan sabía que los morenos tenían todas las herramientas legislativas y jurídicas para desaforarlo y aplicarle la Ley de Herodes. Por eso se traicionó el mismo.