Eleazar Guerrero, un político de poca monta que nunca pudo ganar el municipio de Jilotepec, de la noche a la mañana comenzó a comer con manteca, el dinero se hizo evidente en casas y propiedades que poco a poco irán brotando como hongos. Para ello se valió de familiares y amigos para conformar una red de desvíos y complicidades, desde luego también a las “amiguitas” les toco su parte.
Hoy, medios nacionales hablan de Cuitláhuac García como el nuevo Duarte. Hoy el hijo del Profe Atanasio queda evidenciado ante los veracruzanos, como un vil raterucho de cuarta. Lo peor de todo, es que, es muy posible que los morenos lo tapen con la cobija de la impunidad. Ojalá y que la nueva gobernadora, se faje bien las enaguas, y vele por los intereses de los veracruzanos.

