Ahora nos enteramos, ahora que López Obrador ya se fue a “La Chingada”. El señor resultó ser el gran embaucador, por ello le urgía dejar a una incondicional en la Presidencia, para que la justicia no lo alcanzara. Con su falso discurso de honestidad, su falsa batalla en contra de la corrupción, López Obrador engañó a todos los mexicanos; aunque habrá de decirlo, a una gran mayoría de esos mexicanos les gusta vivir engañados.
Nos enteramos por un reportaje de Carlos Tovar del Sol de México de lo siguiente: «En los 24 años de existencia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la administración pública federal acumula 191 mil 569.5 millones de pesos por solventar, es decir, recursos que han sido gastados al margen de las normas que rigen la contabilidad gubernamental. De ese total, 106 mil 829.6 millones (55 por ciento) corresponden a los primeros cinco años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Ese monto es equivalente a todo el presupuesto que ejercerá en 2024 la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, que asciende a 105 mil 838.7 millones de pesos».
Por ello a López Obrador le urgía acabar con los institutos de transparencia, con los institutos de acceso a la información, por eso le urgía acabar con el Poder Judicial, para no rendir cuentas a nadie, para que nadie, no siquiera la presidenta Sheinbaum, se atreva a pedirle cuentas.