Son muchos los gobernadores de Morena que pactaron con el narco para llegar al poder. Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Estado de México y Michoacán son los estados donde existe más evidencia del control político del narco. En estos estados las extorsiones han aumentado considerablemente, hay municipios enteros que viven bajo la sombra del narco, territorios completos donde no es la Guardia Nacional la que custodia las carreteras, sino el narco. Todo esto gracias a las negociaciones entre el gobierno, Morena y los grupos criminales.
Por ello, ¿qué sentido guardan las palabras de la presidenta Claudia Sheinbaum cuando dice: «No vamos a negociar con delincuentes»? Pero sí la negociación ya fue. El tema salió a la luz debido a la propuesta del expanista Manuel Espino, quien recomendó al gobierno sentarse a negociar la paz con los grupos criminales.
Ante esta cuestión la presidenta Sheinbaum fue enfática: «No vamos a negociar con delincuentes, vamos a seguir construyendo paz, atendiendo las causas y con cero impunidad». ¿Construyendo la paz? ¿Cuál paz? No pueden pacificar Sinaloa, uno de los 32 estados de la república y hablan de traer paz a todo México.