En el estado de Veracruz, después del dos de junio, la que manda se llama Roció Nahle. Desde semanas antes, ya se sentía la mirada de la ahora gobernadora electa sobre Cuitláhuac García, un político nefasto y soso que no supo, o no pudo gobernar a los veracruzanos. Se sabe que la nueva gobernadora se encuentra preocupada y molesta por las condiciones en que recibirá el estado.
El hijo del Profe Atanasio le deja a su sucesora una infraestructura carretera en lamentables condiciones, en el ámbito de salud deja un desabasto de medicamentos y servicios, pero eso no es todo, en educación deja un boquete financiero que tendrá que aclarar. Eso sin contar los subejercicios que son difíciles de explicar y justificar.
Ah, pero el funcionario florero sale a decir que, con su gobierno también contribuyo al fortalecimiento de la cuarta transformación. Lo que es un hecho, es que, si no se pone las pilas y justifica bien las cuentas de su gobierno, tenga por seguro, que más de dos de sus funcionarios estrella, tendrán unas largas vacaciones en el reclusorio de Pacho Viejo.