Los síntomas asociados con la infección incluyen calambres estomacales severos, diarrea (a menudo con sangre) y vómitos. Los CDC informan que los síntomas pueden aparecer entre tres y cuatro días después de la ingestión de la bacteria, y aunque la mayoría de los afectados se recuperan sin tratamiento en un período de cinco a siete días, algunos pueden desarrollar complicaciones graves como el síndrome hemolítico urémico (SUH), que requiere hospitalización.
La respuesta de McDonald’s a este brote no se hizo esperar. La compañía ha asegurado que colabora plenamente con las autoridades de salud para investigar el origen de la contaminación. Sin embargo, el impacto ya se ha sentido en los mercados; las acciones de McDonald’s cayeron un 9.2% tras el anuncio del brote. Los clientes han expresado su preocupación, poniendo en duda la seguridad de sus alimentos en la cadena de restaurantes.