Decididos a devolverlo, publicaron un anuncio en redes sociales para localizar al propietario. Sin embargo, lo que parecía un acto honesto pronto tomó un giro inesperado cuando agentes ministeriales irrumpieron en su lugar de trabajo y la arrestaron sin previo aviso ni una orden judicial.
Alejandro N., esposo de Verónica, denunció que, durante su detención, su esposa fue golpeada y torturada por las autoridades, quienes la mantuvieron incomunicada. «Nosotros solo queríamos regresar el teléfono, jamás imaginamos que terminaríamos en esta pesadilla», declaró. La familia de Verónica ha presentado pruebas que demuestran que el celular fue encontrado de manera fortuita, pero hasta ahora, la mujer continúa detenida bajo cargos que consideran falsos. Alejandro N. exige la liberación inmediata de su esposa, y asegura que esta detención arbitraria ha destrozado su vida familiar.