Pues resulta que un ligero norte azotó el puerto y ese ligero viento bastó para que se viniera abajo la construcción de la ampliación del Acuario de Veracruz, obra que es responsabilidad del “Gordo” Sergio Rodríguez. Sobre este hecho, José González, ambientalista de Veracruz, declaró: «El hecho de que la estructura no resistiera un leve norte indica problemas en la planificación y la ejecución del proyecto. Esto pone en riesgo no sólo a los animales, sino también a los visitantes y al entorno natural. Un proyecto que no está adecuadamente diseñado y construido debería ser reconsiderado.
»La premura en la construcción puede ser un síntoma de corrupción y falta de transparencia en el uso de recursos públicos. Invertir en un proyecto mal planificado refleja una mala gestión de los fondos y desdibuja la verdadera intención de conservación, desviando recursos que podrían utilizarse para proyectos más sostenibles y éticos». La verdad es mejor que se caiga ahora y no cuando esté lleno de turistas. Por cierto, no dejen escapar al “Gordo” Sergio Rodríguez hasta que pague los platos rotos.