Sin embargo, el elemento más desconcertante es la ausencia de reportes sobre derrames de petróleo recientes. A pesar de esto, las autoridades ambientales y costeras han desplegado brigadas para limpiar las playas y prevenir cualquier riesgo para los ciudadanos. Las banderas rojas seguirán ondeando en los accesos mientras continúa la investigación. Algunos especulan sobre una filtración de combustible en las cercanías, pero hasta el momento nada es concluyente. Lo cierto es que las playas más queridas por los residentes y turistas de Sídney no estarán disponibles durante varios días, generando un impacto económico y turístico considerable.
Aún falta por esclarecer cuánto tiempo se mantendrá esta situación. Mientras tanto, los expertos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología advierten que los hidrocarburos, si son efectivamente los responsables, pueden tener efectos desastrosos a largo plazo en la vida marina, con sustancias que permanecen en el agua por décadas.