Fue por ello que los encontronazos con la titular del SAT y el de Aduanas fueron constantes, hasta que un día Raquel Buenrostro, corrupta como es, mintió al decir que Ricardo Ahued dejaría la titularidad de Aduanas por motivo de enfermedad. Ricardo Ahued desmintió esa información, pero el mensaje era claro y el presidente de México, otro corrupto, se puso del lado de la Buenrostro. Pues hoy esta mujer es la titular de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno; hasta parece mal chiste.
Dice la señora Buenrostro: «La corrupción tiene que ser erradicada porque no hay Estado de derecho, inhibe las inversiones, resta eficiencia y confianza en las instituciones, genera desigualdad en la sociedad, reduce los ingresos gubernamentales y limita el acceso a los servicios públicos, agregó. Aseguró que la tasa de corrupción disminuyó 11%, además de la también la percepción sobre esta práctica». Por supuesto, habla de la corrupción ajena, porque la de casa, esa se debe consentir y hasta fomentar.