Virginia Durán Campollo / El bailongo de Palacio fue más escandaloso que el baile de los 43 del porfiriato. Un escandalo de derroche, excesos zalameros, servilismo, abyección de seudo periodistas- en su mayoría- que vitoreaban al verdugo de la nación. Risas, lágrimas y mucho amor de los incondicionales. Una feria de pueblo donde el Mesías macuspano al punto del llanto se dejaba adorar con lambisconería y falsedad. Adoración dañina que hace a los dictadores al ensalzar virtudes inexistentes. Payasos, enanos, magos que cobraron del erario rindiendo homenaje a cambio de mochadas. Una muestra dolorosa de lo que quedó del edificio histórico convertido en una carpa de tercera.
*** Amañada confusión de la tarea periodística con representantes caricaturescos -lord molécula, la güera, el parchado- y otros especímenes que tuvimos que mantener no para informar sino para la propaganda. El desprecio a la prensa nacional no se olvida. Las injurias, desprestigio, mentiras sobre los periodistas, analistas, historiadores, editorialistas, conductores. Cuando candidato lo apoyaron con su discurso de cambio que se desvaneció y no concretó. Se perdieron empleos y varios salieron del país. Solo tiene una lectura: autocracia.
*** La libertad de expresión no es una graciosa concesión de los gobiernos sino un derecho constitucional y universal. Demuestra la ignorancia y falta de cultura de la mayoría de MORENA. Muy pocos tienen talento y los más valiosos que saben de política los coartan y someten. Un régimen opresor y vándalo.
*** “El poder envicia cuando se ejerce y todos los presidentes lo han padecido porque así ha sido nuestro sistema. Ese halo de poder que llena a los hombres cambia su actitud personal” puntualizaba nuestro amigo y colega en El Universal Fidel Samaniego cercano a CSG
*** ¡Ya párenle al gasto de propaganda!
*** Y para las agruras…