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Que la muerte del alcalde de Chilpancingo fue por broncas y venganzas de Los Tlacos y Los Ardillos. Antes ya habían asesinado a otros 2

Que la muerte del alcalde de Chilpancingo fue por broncas y venganzas de Los Tlacos y Los Ardillos. Antes ya habían asesinado a otros 2 FOTO: WEB

Guerrero es territorio de los narcos, de los grupos que apoyaron a los actuales alcaldes y a la gobernadora Evelyn Salgado. Quien no lo quiera ver así, no conoce la historia de este país de los últimos seis años. En Chilpancingo, capital de Guerrero, el asesinato de funcionarios públicos, entre ellos alcaldes, tiene una explicación siniestra y lógica. Señala el periodista Héctor de Mauleón que la muerte de Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo, se debió a las broncas y venganzas entre Los Tlacos y Los Ardillos, los dos grupos del crimen organizado que controlan la zona.

Ulises Hernández Martínez era la persona designada para ocuparse de la Seguridad Pública, una posición ganada por Los Ardillos. Pero días antes de ser designado lo asesinaron; su muerte se achaca a Los Tlacos. Fue por ellos que quien habría de ser el nuevo secretario del Ayuntamiento, Francisco Gonzalo Tapia Gutiérrez, fue asesinado, esta vez el crimen se achaca a Los Ardillos, en venganza por la muerte de Hernández Martínez.

Héctor de Mauleón explica que Alejandro Arcos llegó al gobierno de Chilpancingo de la mano de Los Ardillos, obvio Los Tlacos no iban a dejar que llegara a la cabecera del gobierno, por ellos lo asesinaron, por ellos dejaron su cabeza cercenada sobre el toldo de una camioneta, para dejar claro quién manda en Chilpancingo. ¿Qué sigue? Pues la venganza de Los Ardillos.