La comunidad de Palizada se movilizó de inmediato. Vecinos, policías y la Comisión Local de Búsqueda desplegaron drones y un equipo de rescate, mientras la tormenta complicaba cada esfuerzo. Las huellas del pequeño y sus perros se borraron, dejando pocas pistas para su localización. Pero la esperanza volvió cuando uno de sus perros, Bobi, apareció en el vecindario. Gracias a esta señal, los equipos intensificaron la búsqueda, hasta que finalmente encontraron a Joel, deshidratado pero vivo.
El niño, demostrando una asombrosa capacidad para sobrevivir, confesó que había bebido agua de charcos y utilizado las estrellas para guiarse en las noches. Rafael Miranda, uno de los rescatistas, no dudó en elogiar la resistencia de Joel: «Salió en medio de un huracán y logró sobrevivir. Este niño es un guerrero«. Joel fue trasladado a un hospital en Zapata, donde está siendo tratado por desnutrición y deshidratación.