El diputado local panista de Tamaulipas, Vicente Verástegui Ostos, relató en el noticiero de Ciro Gómez Leyva la odisea que pasó cuando varios sujetos, montados en tres motocicletas y en un Sentra blanco, le dispararon hasta 28 disparos para matarlo; afortunadamente ningún disparo le dio. Vicente Verástegui iba acompañado de un amigo en una camioneta cuando se encontró el comando que de inmediato los atacó. Verástegui salió de la camioneta y huyó entre los cañales. Estuvo escondido por más de 12 horas, incomunicado, con miedo a que lo encontraran. Señala Verástegui en su relato que después de los muchos disparos escuchó la sirena de una patrulla de la policía estatal, la cual se acercaba no para auxiliarlo, sino para avisar a los maleantes que se acercaban otras patrullas y que lo mejor era que se retiraran.
Todavía escuchó el diputado panista que uno de los hombres pidió que lo siguieran buscando con un dron. Después de más de 12 horas, ya amaneciendo del día siguiente, Vicente Verástegui Ostos salió de su escondite para comunicarse con sus familiares. Ya para entonces su “secuestro” era noticia nacional.
Sobre su odisea relata el diputado: «En la madrugada me metí en un mezquite, me refugié en un lugar donde no podían entrar en camionetas, no tenía confianza en la policía del Estado, ellos saben quiénes fueron los que me atacaron». Vicente Verástegui Ostos hace responsables de su seguridad al secretario de Seguridad Pública, al secretario de Gobierno y a Américo Villarreal, gobernador de Tamaulipas. «Ellos saben quienes me atacaron, pero no van por ellos».
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