La comunidad de La Palma, en Petatlán, Guerrero, vive horas de incertidumbre y miedo. Ocho jóvenes fueron secuestrados de sus hogares por hombres armados que vestían uniformes de la Marina, quienes, según testigos, actuaron en complicidad con un presunto integrante de la organización criminal La Familia Michoacana. El jueves por la madrugada, un operativo violento sacudió esta pequeña localidad de la Costa Grande. Los agresores irrumpieron en las casas, golpearon a los jóvenes y amenazaron a las familias, destruyendo propiedades y llevándose armas que, según los habitantes, eran de uso legal para la defensa contra el crimen organizado. “Nos quitaron hasta el antidron que compramos para defendernos de los ataques aéreos”, denunció un poblador.
El miedo se profundizó cuando, al caer la noche, un helicóptero sobrevoló de manera intimidante el pueblo, mientras las familias buscaban respuestas. “Antes nos cuidábamos de los criminales, ahora debemos cuidarnos también de la Marina”, reclamó una autoridad comunitaria, visiblemente afectada.
Este secuestro se suma a una serie de ataques que han sufrido los habitantes de La Palma desde que, hace un año, se negaron a colaborar con grupos criminales que dominan la región. Hasta el momento, ninguna autoridad ha dado información sobre el paradero de los jóvenes. Ante el silencio oficial, los habitantes de La Palma bloquearon este sábado la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, exigiendo respuestas y la presentación con vida de sus jóvenes.
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