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En México, el país de la “estupidocracia”, la vida es una “tómbola, tómbola”. De nada sirve prepararse para la carrera judicial, mejor encomendarse a los dioses del azar

En México, el país de la “estupidocracia”, la vida es una “tómbola, tómbola”. De nada sirve prepararse para la carrera judicial, mejor encomendarse a los dioses del azar FOTO: WEB

Como si fuera una gran estrategia, un procedimiento bien estudiado, elaborado, técnico, el presidente del Senado, el imbañable Gerardo Fernández Noroña dijo  sobre la tómbola que se llevó a cabo en el Senado: «El día de hoy esta asamblea lo único que hará es aplicar el azar». Y así fue. En seis horas los diputados de Morena insacularon al azar los nombres de las personas que participarán en la elección para jueces y magistrados en México. De nada sirve en este país ser un estudiante de Derecho con menciones honoríficas, con maestrías y doctorados. De nada sirven los años estudiando la carrera judicial, ni la experiencia.

En México es el azar quien habrá de decidir si llegas o no a ser juez y magistrado. No importa que hayas pasado de panzazo la carrera, si sacaste 10 en las materias o si sacaste 6. Si el azar está de tu lado, ya la hiciste. El mismo presidente del Senado se burló del método utilizado. Gerardo Fernández Noroña dijo: «De aquí a la Lotería Nacional».

Porque los mediocres, los imbéciles con título de Derecho, los que compraron su título y los plagiarios como Yasmín Esquivel, tienen las mismas posibilidades de aquellos que sacaron con empeño la carrera, que se prepararon en la carrera judicial. Eso de la tómbola suena a estupidez y a pesar de eso la presumen como algo que no se ha dado en el mundo, sólo en México, el país de la “estupidocracia”.