En minutos, el incendio se extendió al segundo piso, donde la familia dormía. Al despertar, el humo y el calor ya les impedían salir. Testigos señalaron que los bomberos tardaron en controlar las llamas, pero lamentablemente el destino de los ocupantes ya estaba sellado. El calor intenso y la velocidad con la que el fuego avanzó dejaron pocas oportunidades para escapar.
Aunque no se ha confirmado de manera oficial, los expertos no descartan que la explosión del teléfono haya sido causada por un fallo en la batería, lo que desencadenó la catástrofe. Las autoridades ahora investigan si el cargador o el propio celular presentaban algún defecto.