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Los “hubiera” de doña Ifigenia Martínez. Si no la hubieran sacado de terapia intensiva para ir a entregar la banda presidencial, ¿seguiría viva?

Los “hubiera” de doña Ifigenia Martínez. Si no la hubieran sacado de terapia intensiva para ir a entregar la banda presidencial, ¿seguiría viva? FOTO: WEB

Gerardo Fernández Noroña estuvo ponderando el compromiso y patriotismo de doña Ifigenia Martínez, quien a pesar de haber pasado tres semanas en un hospital en el área de terapia intensiva, se presentó el 1 de octubre en la toma de protesta para colocar la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta de México. El acto debía guardar cierto simbolismo. Una mujer de izquierda, fundadora del PRD, ungiendo como presidenta a Claudia Sheinbaum, otra mujer de izquierda. Intentaban hacerle como la escena de la película “El rey León”, cuando Rafiki (un viejo mandril) levanta a Simba desde lo alto de la Roca del Rey para proclamarlo el heredero.

Tres semanas en terapia intensiva indican que doña Ifigenia, a sus 99 años, no estaba nada bien. Pero había que sacarla porque si no el cuadro no quedaba completo; la fotografía no tenía sentido. Aquí surgen los “hubiera” de doña Ifigenia Martínez.

Si no hubieran sacado a la mujer enferma de 99 años de terapia intensiva, para ir a entregar la banda presidencial, ¿doña Ifigenia seguiría viva? Sí, ya sabemos que el hubiera no existe, que sólo es una formación verbal, que sólo es el pretérito imperfecto (o pluscuamperfecto) del modo subjuntivo del verbo haber. Pero la verdad, aunque el hubiera no existe, ¿doña Ifigenia existiría si no hubiera?