Esta manifestación, vinculada al movimiento United for Climate Justice, subraya la creciente presión sobre la UE para que retire las ayudas económicas a las energías contaminantes. Los activistas argumentan que los objetivos climáticos europeos para 2050 no serán viables si se sigue subvencionando este tipo de energías.
La detención de Thunberg no ha hecho más que amplificar el mensaje de los manifestantes. A medida que la crisis climática se agrava, el activismo se endurece, y Bruselas se convierte una vez más en escenario de protestas que exigen acción inmediata. «No dejaremos las calles hasta que los líderes nos escuchen«, advirtieron los manifestantes.