En las calles de Urdiñola y Zarco, donde fue localizado, los uniformados preguntaron en las viviendas cercanas, pero nadie reconoció al menor. Sin señales de sus padres, lo trasladaron a las instalaciones de la UNIF para brindarle protección. Con el paso de las horas y al no aparecer familiares, la situación se tornó más preocupante. Al caer la noche, los oficiales decidieron investigar más a fondo. Volvieron al lugar donde había sido hallado el niño y comenzaron a peinar la zona.
Fue en la colonia Centenario donde finalmente localizaron la vivienda de Alexis, solo para descubrir que sus padres estaban completamente drogados, incapaces de cuidar a su hijo. La madre, en un momento de confusión y violencia, intentó confrontar a los oficiales, pero afortunadamente, la situación no escaló. Al no considerarlos aptos para hacerse cargo del niño, las autoridades iniciaron el protocolo de búsqueda de familiares que pudieran brindarle un entorno seguro. Una de las abuelas fue contactada, pero tristemente, aseguró no poder hacerse cargo del pequeño.